Arenal de Salinas-El Espartal (I)


       El arenal de Salinas-El Espartal, sistema playa-dunas eólicas constituyente del sistema confinante del estuario de Avilés, tal y como lo conocemos en la actualidad, comenzó a configurarse hace, aproximadamente, 5.000 años B.P.*, hacia la mitad del último ciclo glaciar y coincidiendo con su máximo térmico (máximo Flandriense). Entonces el nivel del mar se situaba de 3 a 4 m por encima de su nivel medio actual. Las aguas del mar alcanzaban los acantilados jurásicos limitantes de la rasa de 75 m (La Atalaya-San Cristobal-La Garita-Carcedo), a cuyo pie se desarrollaba una playa intermareal, de dimensiones menores a la actual (Salinas-El Espartal), que se extendía desde La Maruca a Salinas con su apéndice hacia el E, en La Maruca-Las Arobias.

*(B.P.: Before Present, anterior al presente. El punto de referencia se sitúa en 1950)








Fotografía 1.- Acantilados jurásicos, bañados por el oleaje durante el máximo térmico Flandriense (hace 5.000 años BP) y valle del río Raíces en el área de desembocadura en aquel momento (Aérea oblicua, 1961 aprox.).         


         Con posterioridad a ese momento se inició una retirada del nivel del mar (regresión marina). Esta tendencia permitió se produjera una acumulación de sedimentos (progradación) en los nuevos espacios continentales que paulatinamente de generaban. Tales sedimentos, constituidos fundamentalmente por arenas silíceas, procedían de los aportes de la cuenca de drenaje del río Nalón que, al igual que en la actualidad, eran transportados por una corriente marina superficial que en la costa cantábrica se desplaza desde el O hacia el E.

         Un ramal de la corriente del Golfo (Gulf Stream), la septentrional, se ve interceptada en su desplazamiento, hacia el sur, por el borde noroccidental de la península Ibérica (segmento cabo Finisterre-cabo Ortegal). Como consecuencia el ramal de la citada corriente se bifurca, a su vez, en dos ramales: uno se desplaza en dirección sur a lo largo de la costa occidental de Galicia y Portugal; el otro barre el mar Cantábrico dentro del golfo de Vizcaya, con alineación oeste-este. Al confluir el sentido de desplazamiento de esta última corriente, vientos reinantes y oleajes dominantes, la plataforma continental cantábrica está afectada por una corriente marina superficial constante de O a E, la denominada “corriente Rennell” (de velocidad moderada, no supera 1 nudo).

         Los oleajes juegan un doble papel cuando alcanzan el borde costero. Por una parte la removilización del sedimento, su transporte y redistribución por la playa en la zona de rompiente de las olas y, por otra, la formación de un sistema de corrientes incidentes (hacia la orilla) y de compensación, estas últimas de dos tipos: resaca y de deriva de playa.

     El viento se manifiesta, esencialmente, en el sistema confinante del estuario desplazando (deflaccionando) las arenas secas de la playa expuesta, seleccionando y acumulando los tamaños más finos en las áreas de postplaya para conformar las dunas externas.

          La actuación conjunta de corrientes y vientos es responsable de que los sedimentos sean transportados transversalmente (hacia la orilla y zona de rompiente) y longitudinalmente promoviendo la deriva arenosa que, en la playa Salinas-El Espartal-San Juan (estuario de Avilés), se manifiesta hacia el E.

        Hace, aproximadamente, 5.000 años B.P. (máximo térmico Flandriense), se inició una retirada del nivel del mar, con una velocidad de descenso relativamente rápida y escasa sedimentación eólica, seguida de una estabilización que propició la formación del campo dunar interno. Campo dunar constituido por un único cordón dunar de relieve poco contrastado, con un mejor desarrollo cuanto más al E del peñón de Raíces. En cambio hacia el O del Peñón, con toda probabilidad, tendría muy escasa o casi nula representación. El río Raíces desembocaba entonces, formando un pequeño estuario, en el borde más occidental del acantilado (área de El Agüil).




Fotografía 2.- Antigua playa (al pie del acantilado) y campo dunar interno con suave pendiente a sotavento (recorrido por la N-632 a su paso por lo que hoy conocemos como Raíces Nuevo,) al O del peñón de Raíces situado al fondo de la fotografía (Archivo de Mª José Menéndez Blanco, 1951).


        Tras el paréntesis de estacionamiento, un nuevo descenso del nivel del mar (regresión marina), con menor velocidad que en épocas anteriores, el subsiguiente estacionamiento y la llegada de nuevas masas arenosas (procedentes del río Nalón), favorecieron la sedimentación eólica y formación del campo dunar intermedio. En ese momento el río Raíces, que hasta entonces constituía una cuenca hidrográfica independiente, derivó su cauce por el límite de los campos dunares interno e intermedio (sentido O-E), para drenar (desembocar) en la margen izquierda del canal principal del estuario de Avilés (ría de Avilés), a la altura del playón de Raíces.









Fotografía 3.- Llanura aluvial del río Raíces en su límite septentrional con el campo dunar intermedio (El Campón, 1932).


          Con posterioridad se produjo una inversión en la tendencia del movimiento del nivel del mar, una pulsación positiva o avance del nivel del mar (ascenso de 0,5 a 1 m por encima del nivel medio actual) que propició un fenómeno erosivo. El suceso, denominado transgresión romana, tuvo lugar hace, aproximadamente, 2.500 años B.P. y marcó el final de la construcción de este campo dunar, el más extenso del arenal, que se extiende desde el cauce del río Raíces hasta la carretera que une Salinas con San Juan de Nieva, manifestando relieves más contrastados y con mayor volumen de sedimentos hacia el área oriental.







Fotografía 4.- Campos dunares intermedio y externo, separados por el surco en que se instala la carreta Salinas-San Juan de Nieva. En el primero se observa la ocupación urbana (Salinas) en su borde occidental y en el segundo la trinchera del antiguo ferrocarril (Aérea oblicua, 1961 aprox.).


          En una nueva etapa se produciría, de nuevo, un retroceso del nivel del mar con una progradación más o menos constante y con una cierta estabilización posterior, lo que favorecería la formación del cordón constituyente del campo dunar externo. Al generarse este último campo dunar, en transición a la playa expuesta, se completa la construcción del sistema confinante (sistema playa-dunas Salinas-El Espartal) del estuario de Avilés.





Fotografía 5.- Campo dunar externo del arenal (sistema confinante del estuario de Avilés). Su límite viene marcado por la carretera que comunica Salinas con San Juan. En él se puede observar el trazado del antiguo ferrocarril (Pinos Altos, 1958 aprox.).



           A mediados del siglo XIX se constató un nuevo cambio en la tendencia del nivel del mar, tendencia correspondiente a un proceso de transgresión marina, el nivel del mar ascendía. La transgresión marina se mantiene aún en la actualidad, lo que implicó el inicio de un proceso contrario a la construcción (de progradación se pasa a erosión) de los campos dunares o lo que es lo mismo el desmantelamiento progresivo del arenal, reservorio sedimentario del estuario de Avilés. 



Fotografía 6.- Campos dunares, interno (In.), intermedio (It.), externo (Ex.) y playa expuesta (P.) del sistema confinante del estuario de Avilés en la actualidad (Google Earth, 2016).



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