El estuario de Las Aceñas y la playa de Zeluán (I)
El de las Aceñas era un pequeño estuario con
funcionamiento independiente, generado en torno a la desembocadura del río
Vioño, actualmente incorporado al estuario de Avilés. En el proceso de
construcción del sistema confinante arenoso del estuario de Avilés, el conjunto
playa-dunas eólicas de Salinas-El Espartal, la formación de su campo dunar
intermedio culminó hace alrededor de 2.500 años, quedando marcado su límite sur
por el río Raíces y su límite norte por lo que en la actualidad es la carretera
que une San Juan de Nieva con Salinas y Arnao. Esta enorme acumulación arenosa de
mayor volumetría sedimentaria hacia el área oriental, en su construcción, fue
responsable de la manifestación de dos procesos geomorfológicos determinantes
en el paisaje del entorno estuarino:
1. La deriva del cauce del río Raíces. Con
anterioridad a la formación del citado campo dunar, el Raíces desembocaba en el
área de El Campón, directamente al mar. Constituía este río una red de drenaje
independiente que en torno a su desembocadura, con toda seguridad, se generaba
un pequeño estuario. La construcción del nuevo campo dunar impidió que el río
drenara hacia el Norte y lo obligó a derivar su cauce acomodándose al surco que
marcaba el límite de los campos dunares interno e intermedio, haciéndolo en
sentido Oeste-Este, para conseguir desembocar en la margen izquierda del canal
principal del estuario de Avilés (ría de Avilés) al Norte del playón de Raíces.
2. La incorporación definitiva de Las Aceñas, como
estuario satélite, al de Avilés en su margen derecha, integrándose como un
subsistema. Las Aceñas continuaría manteniendo las características y
funcionamiento de un estuario, aunque con una ligera reorganización de sus
unidades dinámicas y morfosedimentarias:
I. Complejo de desembocadura con el río acomodado a
un confinamiento rocoso en el borde más septentrional, mientras que por el sur se
desarrollaba el confinamiento arenoso, constituido por el sistema playa-dunas
eólicas estuarinas de Zeluán, formado por una estrecha playa supramareal (playa
de arena seca) marcadamente convexa hacia el sur, a la que asociaba un campo
dunar constituido por dos cordones: uno, el más externo, de transición con la
playa, de mayor relieve y gran volumetría que decrece gradualmente hasta
desaparecer hacia la parte oriental del sistema; el segundo, inmediatamente por
detrás sensiblemente de menor relieve y longitud. El conjunto lo completaba la playa estuarina y dunas de San Balandrán,
prolongándose por una flecha arenosa conocida como punta La Llera, conectada
con el borde occidental de la playa de Zeluán.
II. Bahía arenosa en la que se desarrollan extensas
llanuras arenosas que durante las bajamares quedan totalmente descubiertas.
III-Llanuras mareales hacia la parte interna del
estuario, con desarrollo de amplias marismas, las de Llodero y Las Aceñas.
IV-Canal superior, parte más interna del estuario,
marcadamente meandriforme, transición del estuario al río Vioño.
Fotografía 2.- Plano de la Ría de Avilés con representación del estuario de Las Aceñas
(Miguel de la Puente, 1786)
Fotografía 3.- Ensenada de Laviana, marismas de Llodero y Las Aceñas
(Archivo Histórico AZSA, 1852)
Las acciones antrópicas llevadas a cabo tales como
la desecación de marismas, desarrollo industrial, actuaciones urbanísticas, así
como las modificaciones del propio estuario, propiciaron una profunda
degradación y de todo lo que debió de ser el estuario primigenio, con una
superficie estimada de 960,86 ha (9,6086 km2), tan solo permanece, parcialmente
conservado, un espacio declarado Monumento Natural en el año 2002 de 23,41 ha
(0,2341 km2).
El punto de partida
de las acciones antrópicas sobre las marismas situadas en la ensenada de
Llodero y el valle de Las Aceñas, debemos situarlo en 1878. Es entonces cuando
Francisco Javier de Macua, marqués de San Juan de Nieva, presenta un proyecto para desecar, y aprovechar
para el cultivo, 6,42 ha de playa (llanuras de la bahía arenosa de la ensenada
de Llodero). El marqués, sin realizar obra alguna, pretende aumentar la
superficie de concesión solicitando también las marismas de La Aceñas en el
valle del río Vioño, solicitud que le fue denegada en 1885. En 1901 se le
concedió a la viuda de Francisco Javier, marquesa de San Juan de Nieva, el
saneamiento de las marismas de Las Aceñas (pero no la ensenada de Llodero),
poco más de 38 ha que debían ser dedicadas a fines agrícolas. En
1910 comienza, por parte de la concesionaria, la construcción de dos malecones
uno que ocupará la carretera del cabo Peñas y el segundo con el propósito de
canalizar el río Vioño y desaguar así las marismas. La obra, concluida en 1914,
no se culminó con el desagüe total de las marismas pero condicionó el estuario
satélite de Las Aceñas que pierde su “funcionamiento natural”, si bien entre finales
de la década de 1950 y principios de la de 1960, mantiene su condición de
humedal. Es entonces cuando comienza el relleno de las marismas de Llodero:
depósito de materiales procedentes del movimiento de tierras para la construcción
de ENDASA o de residuos industriales generados en la
antigua térmica de ENSIDESA, estos transportados
inicialmente por tubería construida para tal fin y posteriormente mediante
transporte por carretera, en camiones.
Fotografía 5.- Plano de los terrenos otorgados a la marquesa de San Juan Nieva
(Archivo Histórico de la Demarcación de Costas de Asturias)
Fotografía 6.- Malecones construidos para el desagüe y desecación de las marismas de Lloder y de Las Aceñas (Anónimo, posterior a 1928)
Fotografía 7.- Plano general del la Ría y puerto de Avilés
(Autoridad Portuaria de Avilés, 1916)
Fotografía 8.- Malecón de Zeluán (Arch. Amado Clemente, 1929)
(Arch. Ricardo García "Rico", 1950 aprox.).
Fotografía 10.- Tubería que comunicaba la térmica de la siderúrgica avilesina con la zona de vertidos (Arch. Ricardo García "Rico", 1969)
En 1968 se canaliza el río Vioño y pasa a desembocar, definitivamente, en el borde oriental del subsistema.
Fotografía 11.- Marismas de Llodero y Las Aceñas concluido el relleno
(Autoridad Portuaria de Aviles)
Entre 1974 y 1977 se acometieron las obras de
ampliación del canal de desembocadura (canal de entrada) del estuario de Avilés.
De una anchura inicial de 90 m se pasó a 150 m en superficie y 120 en el fondo,
con un calado que alcanzó la isobata -9, -10 m. Se construyó una escollera de
460 m a lo largo de la margen oriental de la playa expuesta. Además de los
dragados y la construcción de la escollera, se llevaron a cabo otras
actuaciones: desmantelamiento de los muelles N y NO de la dársena de San juan
de Nieva; eliminación de la escollera de la ensenada de El Arañón y
construcción de una rampa para absorber la energía del oleaje entrante hacia el
canal y ensenada; adecuación de la escollera de la ensenada de El Emballo y
construcción de escollera menor en la peña El Caballo.
Fotografía 12.- Obras de ampliación del canal de desembocadura
(Autoridad Portuaria de Avilés, 1972-1977)
Fotografía 13.- Ensenada de Zeluan durante las obras de ampliación del canal de desembocadura
(Cesar Narón, 1974 aprox.)
La actuación determinó una profunda transformación, responsable de la alteración de la dinámica del paso de desembocadura o canal de entrada que también afectó a la ensenada y playa de Zeluán. Al iniciarse la década de 1980 comienza a observarse un incremento importante en la sedimentación de arenas la ensenada y la playa. El resultado la formación de un extenso campo dunar, de escaso relieve, debido a la rapidez de su formación y en el que se aprecian tres cordones dunares muy laxos, por detrás de una playa estuarina que avanza hacia el canal principal del estuario, haciendo retroceder el límite de mareas.
Fotografía 14.- La ensenada de Zeluán en la década de 1980. Con una playa más amplia y el nuevo campo dunar (en transición playa-carretera)
Con anterioridad a la formación del citado campo
dunar “antropocénico”, durante las pleamares vivas equinocciales, el agua
penetraba a través de tres canales generados desde la playa, el más oriental
próximo a la localidad de Zeluán y los otros dos más occidentales, atravesando
los cordones dunares, inundando temporalmente la zona de postaplaya, con consiguiente
depósito de arenas y facilitando el drenaje de las aguas pluviales.
Fotografía 15.-
1.Ensenada de Llodero
2.Playa de Zeluán
3.Cordones dunares
4.Postplaya
5.San Balandrán
6.Punta La LLera
7.Dunas
Las flechas indican los puntos por os que el mar inundaba la postplaya
(CECAF, 1945)
Fotografía 16a.- Cordón dunar externo, a barlovento, asociado a la playa de Zeluán
(Arch. Ricardo García "Rico", 1963)
Fotografía 16b.-Cordón externo, a barlovento, asociado a la playa de Zeluán
(Arch. Ricardo García "Rico")
Fotografía 16c.- Cordón dunar interno y zona de postplaya
(Arch. María del Carmen Álvarez, 1959-60)
Fotografía 17.- Estado de degradación con anterioridad a la actuación mediambiental y detalle de la playa y nuevo campo dunar (Autoridad Portuaria de Avilés, 2000)
Entre diciembre de 2000 y enero de 2002 y asociado al dragado del canal principal, para aumentar el calado, en el entorno de la punta La Llera, así como para la ampliación de la curva Pachico, llevada a cabo por las dragas, Atlas Nova (de calamaro) y Rocky (de brazo hidráulico), se desarrolló un proyecto de “seguimiento ambiental de las obras de regeneración de las dunas y marismas de la ría de Avilés” que desembocaría en la declaración del Monumento Natural de la Charca de Zeluán y Ensenada de Llodero (DECRETO 100/2002, de 25 de julio).
Fotografía 18.- Plano del estado inicial y modificaciones previstas tras el dragado de la curva de Pachico
(Tema3, 2000)
Fotografía 19a.- Draga Atlas Nova (López Peláez, 2001)
Fotografía 19b.- Draga Rocky y gángil Pluto
(López Peláez, 2001)
Fotografía 20.- Límites del M.N. de la charca de Zeluán y ensenada de Llodero
(DECRETO 100-2002 de 25 de julio)
La foto 6 es de los años 30, en todo caso posterior a 1928, no de 1916, pues está la draga Avilés y el velero Rafaello Chiera.
ResponderEliminarLa 10 es de mi colección.
Ricardo García
Muchas gracias por las correcciones. Ricardo
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