Playa de Los Quebrantos: pasado y presente (I)


El estuario del Nalón situado al O del cabo Peñas, en la zona occidental asturiana (puerto de San Esteban de Pravia: 6º 04.7’ O – 43º 34’ N), se genera a partir del río del mismo nombre, está encajado en una costa rocosa con un relieve cuyas alturas que no sobrepasan los 110 m y dominado por un conjunto de planicies costeras que conocemos con el nombre de rasas.
El río drena una cuenca hidrográfica configurada por dos sistemas fluviales, el Nalón como principal, y el Narcea tributario occidental. Ambos se desarrollan a partir de la divisoria de la cordillera Cantábrica, confluyendo sus cauces en Forcinas, localidad praviana cercana a la cola estuarina, aguas arriba del límite mareal (medido en pleamar viva y estiaje) que se sitúa a poco menos de 4 km de la desembocadura. Todo el conjunto fluvial se instala sobre una superficie de 4.827 km2, siendo la mayor cuenca hidrográfica drenante de toda la cornisa cantábrica: 3.692 y 1.135 km2, Nalón y Narcea respectivamente. El Nalón con una longitud de 145 km, río más caudaloso de Asturias, mantiene una dirección general NO-SE hasta la confluencia con el río Narcea, cuyo eje fluvial de 123 km de longitud se dispone con dirección SO-NE. El aporte medio anual de agua del sistema Nalón-Narcea al estuario se estima en un total de 3.334,62 hm3, lo que supone un caudal medio anual de 99,81 m3/s. Desemboca el río entre las localidades de San Esteban de Pravia (Muros del Nalón) y San Juan de la Arena (Soto del Barco), formando el estuario del Nalón de geometría sinuosa en planta por adaptación a un modelo de meandros encajados.














Fotografía 1.- Cuenca hidrográfica del sistema Nalón-Narcea (Elaboración López Peláez, 2015)




El gran caudal del sistema, 56,40 m3/s del Nalón (caudal medio anual medido en la estación aforo de Peñaflor) y 43,41 m3/s del Narcea (caudal medio anual medido estación aforo de Cornellana), implica el acarreo o transporte de grandes volúmenes de sedimentos y su correspondiente aporte al medio marino, siendo el mayor contribuidor de sedimentos de la cornisa cantábrica al borde costero. Una corriente marina superficial, la denominada corriente Rennel con velocidad media de 2 nudos, los transporta a lo largo de la plataforma continental en dirección E y es responsable, a lo largo del último ciclo eustático (últimos 15.000 años A.P.), del suministro de arenas para la formación de los sistemas playa-dunas eólicas de Los Quebrantos y Bayas (confinamiento arenoso del estuario del Nalón), Salinas-El Espartal (confinamiento arenoso del estuario de Avilés) y Xagó, así como para la colmatación del propio estuario de Avilés.
La morfología original del estuario del Nalón sufrió una profunda transformación resultado del conjunto actuaciones llevadas a cabo entre 1895 y 1996 con una doble finalidad, por un lado la escollerización del canal para la mejora de la navegabilidad, básicamente en el área de desembocadura del estuario y por otro la construcción de una dársena donde se ubicaría el puerto de San Esteban de Pravia, que desde 1907 se configuró como puerto carbonero para el embarque de carbón procedente de las cuencas del Turón, Aller y Caudal, transportado por un ferrocarril (Ferrocarril Vasco Asturiano) que unía Collanzo y San Esteban de Pravia. El proyecto que marcó el inicio de las actuaciones se debe a don Pedro Pérez de la Sala, data de 1868 con modificación posterior de 1880. Contemplaba la regularización y canalización del Nalón desde Pravia hasta su desembocadura; se basaba en la idea de que el encauzamiento aumentaría la energía del río y con ello el arrastre de los sedimentos sólidos, de modo que el reflujo permitiría limpiar la barra de sedimentos. De este proyecto inicial que contemplaba la construcción de cuatro tramos de escollera más un quinto, el dique de la margen izquierda o dique del Oeste, tan solo este último llegó a ejecutarse. 



















Fotografía 2.- Plano de la Ría de Pravia (estuario del Nalón) firmado por D. Antonio Alcalá Casano en 1786. Funcionamiento natural del estuario.





La evolución del estuario, en su tramo final, viene condicionada por una triple actuación de carácter antrópico: 1. Construcción de estructuras rígidas. 2. Aporte de sólidos (sedimentos) de origen antrópico. 3. Dragados y sus vertidos.
1. Construcción de estructuras rígidas (escolleras y diques) para el encauzamiento del canal principal del estuario y el cierre de la dársena de San Esteban de Pravia con el fin de facilitar la navegabilidad y el acceso portuario; así como para favorecer la extrusión, o salida al mar, de los sedimentos transportados por el río. Los “diques de prolongación” N y O con un total de 713 m y el oriental de 878 m, intentaron eliminar la barra de desembocadura. Las escolleras consiguieron un trazado rectilíneo del canal principal en la parte externa del estuario con una anchura media de 140 m, que aumentó a 180 m en la zona más externa; con una orientación N-S mantenida desde la desembocadura hasta la zona de La Xunquera, al S de San Esteban de Pravia, a lo largo de 2,7 km.  
Es en 1895 cuando dan comienzos las obras de canalización según el proyecto de Pérez de la Sala, concluyendo en 1907 la fase entonces acometida con la construcción, exclusivamente, del dique Oeste. En 1909 se procede a la construcción de la escollera oriental, confinando la playa expuesta de Los Quebrantos prolongándose, la citada escollera con la construcción de un dique, dique Este, entre 1928 y 1932. En 1955 se proyecta y con posterioridad se construye un contradique, dique exento, de 406 m de longitud y con dirección NO-SE; su finalidad fijar el sedimento, procedente de la deriva litoral, en la playa e impedir su retorno hacia el paso de desembocadura del estuario. En 1996 se procede a la prolongación del dique E y relleno de la ensenada de Puerto Chico para la construcción de un área de ocio (piscinas, canchas polideportivas,…). Escollera E, su prolongación con el dique E y dique exento, fueron las intervenciones antrópicas que marcaron la evolución de la barrera confinante (sistema playa-dunas eólicas, canal y barra de desembocadura) del estuario del Nalón.













Fotografía 3.- Dique O concluido en 1907




2. Los aportes sedimentarios antrópicos corresponden a sólidos, carbón y pizarras, procedentes de los lavaderos y escombreras de las explotaciones carboníferas, así como escorias generadas en las centrales térmicas situadas en la cuenca del Nalón y, en mucha menor medida, del Narcea. A falta de datos fidedignos y a modo de ejemplo un cálculo teórico, llevado a cabo por los profesores Martínez Arévalo y Fernández-Pello, arrojó que en 1952, el Nalón transportó de 80 a 100 kg/m3 de sólidos.
3. Los dragados fueron una práctica generalizada en la dársena del puerto de San Esteban y particularmente sobre la barra y el canal de desembocadura, para favorecer el tráfico marítimo, hasta el cese de la actividad portuaria relacionada con el carbón hacia 1980. Fangos y arenas extraídos del estuario eran transportados por gánguiles mar a dentro, realizándose los vertidos fuera del sistema estuarino. Los volúmenes de dragado en el estuario fueron de 826.502 m3 en 1930, pasando a 1.192.200 m3 en 1956, hasta alcanzar el máximo histórico en 1958 con 1.463.700 m3.


















Fotografía 4.- Volúmenes de sedimentos dragados en el estuario del Nalón, entre 1930 y 1986, correspondientes a la barra de desembocadura, canal principal, paso de desembocadura y dársena de San Esteban de Pravia.




El estuario se confina, en la margen occidental de su desembocadura, por una barrera arenosa constituida por el sistema playa-dunas eólicas Los Quebrantos y paso de desembocadura con su correspondiente barra arenosa (de desembocadura). El complejo de desembocadura anterior a la escollerización desarrollaba una extensa playa expuesta que se prolongaba hacia el S, conectando con la playa La Ribera. La franja donde se asienta la población de San Juan de la Arena, hasta los primeros años del siglo XIX, aprovechó el campo dunar asociado a la playa de la antigua barrera confinante, en la actualidad totalmente urbanizado. Este campo dunar (en la actualidad campo dunar interno), presenta una geometría arqueada en planta de extremos agudos con la convexidad apuntando hacia el canal principal, dirección NO, en lo que originariamente constituía el paso de desembocadura, estrecho, de unos 800 m de longitud con disposición uniforme N-S en cuyo final o paso de desembocadura externo, y en su borde occidental, se desarrollaba una barra arenosa (barra de desembocadura) convexa mar afuera. En la geometría arqueada del campo dunar interno la longitud del brazo septentrional, el principal, con orientación NE-SO era de 1050 m, mientras que la del brazo meridional, con orientación NNO-SSE era de 430 m. La anchura máxima corresponde a la parte central con 300 m, donde además se produjo una mayor acumulación arenosa (volumetría de sedimento) alcanzando cotas de 10,60 m, disminuyendo hacia el E hasta 7 m, mientras que en el brazo meridional las alturas disminuyen drásticamente hasta los 3,60 m.





Fotografía 5.- Barrera arenosa confinante del complejo de desembocadura del estuario del Nalón con anterioridad a la escollerización: 1-Playa expuesta Los Quebrantos. 2-Campo dunar interno sobre el que se asienta la población de San Juan de La Arena













Fotografía 6.- Playa de La Rivera, continuación hacia el S de la playa de Los Quebrantos




Como consecuencia de la construcción de la escollera en la margen oriental y su prolongación mediante el dique del E sobre el canal principal (canalización del paso de desembocadura), se produjo una importante modificación en la barrera confinante del estuario, manifestándose un espectacular crecimiento (progradación) del sistema playa-dunas eólicas y desplazamiento generalizado, mar afuera, del complejo de desembocadura del estuario del Nalón. 

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